La actual crisis global y multidimensional del sistema capitalista a escala mundial, denominada por algunos analistas como civilizatoria, muestra hoy el agotamiento de un modelo en el cual la política era convidada de piedra. América Latina es el lugar donde se da el mayor nivel de confrontación con el neoliberalismo, no solo por gobiernos independentistas, sino también por pueblos que, cada vez más, asumen la necesidad de intervenir en el rumbo de destinos compartidos. El tema sustancial es el de la puesta en valor de los estados y las complementariedades de la integración regional.
En la Argentina se vive también un momento histórico, con un Gobierno que ha hecho suyos reclamos largamente postergados como la defensa de los Derechos Humanos, la redistribución de la riqueza, la ampliación de los derechos ciudadanos y el fortalecimiento del rol del Estado. Las fuerzas de derecha ejercen todo su poder de presión para lograr torcer este rumbo a retornar a las políticas que han causado la crisis. La tarea principal de las fuerzas progresistas es, no solo defender las conquistas recientes, sino avanzar aún más en el camino de las transformaciones para logar desmontar del todo la estructura neoliberal, principal herencia a superar en la lucha por mayor justicia e igualdad. Ese es el sentido principal que orienta este libro, en el cual el diputado nacional Carlos Heller, no solo realiza un fino diagnóstico de la Argentina actual, sino también explica sus propuestas para la profundización del cambio, que tienen un correlato en su labor parlamentaria y en la actividad cotidiana del movimiento cooperativo.
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Presentamos una recopilación de temas desarrollados por el Padre Carlos Mugica. Su presencia permaneces muy viva en los que lo conocieron. No hace aún diez años que lo asesinaron. Pero, sin embargo es necesario rescatarlo de un muro de silencio tras el cual se intentó sepultarlo. Un silencio impuesto por las duras circunstancias a las que fue sometida nuestra patria, tras el golpe militar del año 1976; silencio, ya desde antes cuidadosamente cultivado por una corriente espuria (lopezreguista) que se apoderó del Movimiento Nacional; como también por una temerosa incomprensión o tergiversación aún dentro del campo eclesiástico.
Por lo tanto es nuestro propósito destacar y poner bien en alto ("No se enciende una luz para ponerla debajo de la cama, sino en un candelabro", Lc. 8,16) un modo de vida y acción sacerdotal que para muchos puede servir de orientación y estímulo. Queremos resaltar un testimonio de importancia vital en nuestros días, en lo que tantos pueden sentirse tetados por el escepticismo, adormecidos por la rutina, indecisos por la desorientación, inmovilizados por un difuso y paralizador temor.
U14501
En este estudio se presenta la dimensión profética de Mons. Romero tal como apareció sobre todo en sus homilías dominicales. Se citan por lo tanto largamente sus propias palabras, enmarcadas y organizadas según un mínimo marco teórico sobre la esencia bíblica de la profecía. El artículo consta de tres partes de desigual longitud. En la primera y más larga parte se presenta la visión profética de Mons. Romero sobre la realidad socio-política salvadoreña. Se recalca sobre todo la denuncia hacia el pecado de la sociedad y sus responsables y la esperanza de una liberación histórica. Sus juicios tienen validez permanente por lo que toca a las causas estructurales del desorden social y también por lo que toca al actual proyecto socio-político de militares y demócrata-cristianos que enjuició y desenmascaró en sus tres primeros meses. La segunda parte presenta la dimensión más teológica de su palabra profética, a través de la cual se descubre la realidad de Dios que habla por sus profetas y se enjuicia a una iglesia que pretendiera silenciarla. En la tercera parte se presenta el martirio de Mons. Romero como el destino del profeta y se afirma la supervivencia de su palabra en los cristianos seguidores de Jesús y en el pueblo salvadoreño.
U14500
Ninguna vida mejor que la del apóstol San Pablo ha producido esta impresión de que venimos hablando. El fue dado al cristianismo cuando éste se hallaba en los primeros momentos de su historia. El cristianismo, en verdad, no era débil, y ningún hombre puede ser considerado como indispensable para aquel; pues llevaba en sí mismo el vigor de una existencia inmortal y divina que no podía menos de revelarse en el curso del tiempo. Pero si reconocemos que Dios hace uso de los medios que se recomiendan aún en nuestros ojos como adaptados al fin que tiene delante, entonces debemos decir que el movimiento cristiano, en el momento en que se presentó San Pablo en la palestra, necesitaba en extremo de un hombre de extraordinarias dotes, quien, poseído de genio, lo incorporase en la historia general del mundo; y en Pablo encontró al hombre que necesitaba.
U14499