El presente volumen parte de Puebla, integra nombres que antes no pudieron recogerse porque la situación política de algunos países impedía acceder a la información, y se extiende hasta diciembre de 1994.
Ambos volúmenes siguen el mismo esquema; se presentan en forma de calendario e invitan a una reflexión comunitaria cotidiana respecto a la ofrenda de aquellos mártires, confesores y profetas en un tiempo singular y un espacio común. Una breve biografía de cada uno nos aproxima a su historia y a la de su comunidad, donde vivieron la fe y entregaron la vida.
En la mayoría de los casos se trata de hombres, mujeres y niños que conocimos de cerca o con quienes convivimos, escuchamos su palabra y fuimos testigos de su compromiso, de su conciencia de la cercanía de la muerte o de su inocencia.
Este martirologio sólo pretende ser un primer reconocimiento hacia esa inmensa legión de cristianos que, siguiendo las huellas de Jesús, buscaban cada día, sin concesiones, un mundo nuevo, fraternal y solidario. Entre ellos hay obispos, sacerdotes y religiosos, pastores evangélicos, docentes, políticos, profesionales, aunque nosotros buscamos fundamentalmente el testimonio de los pobres del pueblo: obreros, campesinos, indígenas.
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