La teología concebida como un juego de abalorios: tal es la propuesta de Alves en este libro, producto de sus conferencias en las Catedras Camahan, dictadas en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET) de Buenos Aires, en 1981. Para el teólogo, para el creyente, para la comunidad de la fe, Dios habla. Y de su boca nacen cosas que antes no existían y otras que parecían existir son reducidas a la nada. El teólogo hace permanentemente un riesgoso juego de palabras en el mundo de la omnipotencia del amor.
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