Algunos aniversarios son en la existencia de las instituciones hitos trascendentales. Sobre todo cuando esas fechas expresan, además de la consabida experiencia que brinda el paso de los años, una manera particular de haber vivido y permanecido en el tiempo. Los primeros cincuenta años de vida del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos son precisamente un ejemplo de ese modo singular que tienen algunas instituciones de atravesar un período de la historia. Y lo son porque, junto a la configuración de un universo de grandes semejanzas con otras luchas del pueblo argentino, a las que se integró orgullosamente desde su fundación como una parte inseparable de ellas, esos años tienen mucho de odisea única, de tránsito específico, propio, por los pliegues tumultuosos de estas cinco últimas décadas. Y eso debido a las especiales características del ámbito en el que le tocó actuar al Instituto, a algunas circunstancias poco comunes que debió enfrentar y también, por qué no decirlo, a los rasgos humanos sobresalientes de varios de los dirigentes que fogonearon esta maravillosa aventura.
U13216