La crisis actual del cristianismo es, en última instancia, una crisis de fe en Cristo. Por ello, la primera cuestión que es preciso plantear es la que se ha llamado la <> (primera parte de la obra). ¿Pueden ser sustituidos los tradicionales métodos dogmático-eclesiales por los modernos histórico-críticos? ¿La clásica cristología del ser ha de ser revelada por una cristología funcional de los significados? ¿Posibilita nuestra realidad experiencial el acceso a la fe en Jesús, el Cristo? Todas estas preguntas guardan relación con la posibilidad de elaborar una cristología antropológica, construida desde abajo, en la que se integran los datos de la moderna investigación sobre la vida de Jesús, el debate sobre la desmitologización y la cuestión hermenéutica. La segunda parte de la obra gira en torno a la <>.
¿Quién era Jesucristo? ¿Cuáles eran sus pretensiones? Se estudia la actuación de Jesús, la proclamación de su mensaje, sus signos milagrosos y su camino hacia la cruz. El mensaje de Jesús sobre la soberanía de Dios ocupa el lugar central, siendo su realización concreta la resurrección, la ascensión y el envío del Espíritu.
La tercera parte se detiene a estudiar el misterio de Jesucristo. La confesión de fe cristológica bíblica y eclesial es interpretada en confrontación con la problemática actual como ampliación de la historia y destino de Jesús.
Metodológicamente la reflexión de Kasper debe mucho a la escuela teológica de Tubinga y, en especial, a los esbozos cristológicos de K. Adam y J. R. Geiselmann.