En los años que han transcurrido desde septiembre de 1973, el movimiento sindical chileno ha vivido uno de los períodos más difíciles de su historia. Represión, miedo, pasividad, desintegración, son un conjunto ascendente de sucesos que reflejan una herida profunda.
Hay un dato muy sintomático de la crisis experimentada por los trabajadores chilenos. Según una investigación dada a conocer en marzo de 1988 por la Agencia Alemana de Noticias (DPA), en la que se expone la cantidad de personas que se hallan sindicalizadas en América Latina, se precisa que en Chile, de los 4 millones 270 mil hombres y mujeres que conforman la fuerza laboral del país, sólo un 9,6 por ciento de ellos, es decir, 409 mil 290 trabajadores, se encuentran sindicalizados.
U16640