Para los menonitas en sus 465 años de historia ningún libro, excepto la Biblia, ha tenido más influencia en perpetuar y alimentar su fe que el Espejo de los mártires. La segunda edición de 1685 ha sido apreciada por los 104 grabados del talentoso artista menonita Jan Luyken. Hace poco se pensaba que las placas originales de cobre se habían perdido en los escombros de la Segunda Guerra Mundial.
En 1975, aparecieron treinta placas como extraviados sobrevivientes de una odisea de 300 años. En ese mismo año amigos norteamericanos adquirieron siete placas, pero veintitrés desaparecieron en manos de un reservado coleccionista de arte de Renania.
A finales de mayo de 1988 hubo una llamada telefónica. Las veintitrés placas estaban a la venta. Con donaciones de dieciséis patrocinadores se compraron las placas de Espejo de los mártires, éstas nos reclamaban a nosotros.
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