Actualmente se está dando mucha importancia al estudio y a la investigación del contenido doctrinal y del método seguido por los Padres de la Iglesia y obispos en los siglos I-IV, que preparaban a los catecúmenos para recibir los Sacramentos de la iniciación cristiana.
La catequesis dada a los mismos durante el período cuaresmal, tenía por texto principal la Sagrada Escritura, verdadera fuente formativa del candidato que esperaba entrar en el número de los "iluminados".
La catequesis consistía especialmente en saber dedicarse "a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza" de la Sagrada Escritura.
La Escritura fue considerada como fuente inagotable de la verdadera vida cristiana; fue un libro que enseñaba a seguir a Jesucristo conformando la palabra con la acción de cada día.
La tradición cristiana nos presenta un cuerpo de 24 catequesis cirilianas que están clasificadas de la siguiente manera: una catequesis preliminar, 18 prebautismales, atribuidas a san Cirilo de Jerusalén, y 5 mistagógicas, atribuidas a san Cirilo y a Juan II.
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