Con el nombre de Padres Apostólicos se conoce una serie, no muy numerosa, de escritores de la primitiva Iglesia que o trataron o se supuso un tiempo haber tratado en vida a los Apóstoles. La denominación se remonta al patrólogo J. B. Cotelier, a quien se debe la editio princeps, hecha en 1672, de cinco de esos Padres que, a su juicio, "florecieron en los tiempos apostólicos", y son: Bernabé, que se suponía ser el Apóstol compañero de trabajo de San Pablo; Clemente, el gran obispo de Roma, tercer sucesor de San Pedro y que, efectivamente, trató, según testimonio de San Ireneo, con los apóstoles Pedro y Pablo; Hermas, a quién se hace también discípulo de San Pablo, por identificarse con el Hermas de Rom. 16, 14; Ignacio, obispo de Antioquia y mártir en Roma, que pudo conocer, pero no consta conociera, a los Apóstoles, y Policarpo, a quien San Ireneo, buen testigo en este caso, pone en relación estrecha con el Apóstol San Juan.
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