Es una excelente idea publicar grandes textos patrísticos sobre la mujer en un momento en que el movimiento de "liberación femenina" atribuye a la Iglesia y de forma más general a la influencia de la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, la relativa inferioridad y minoría de edad perpetua a las que el mundo moderno, en sus costumbres y su legislación, tiendo a reducir a la mujer.
"Y es una idea especialmente feliz haber comenzado por el tratado que Tertuliano dirige a su propia esposa. En efecto, si entre los Padres de la Iglesia hay un gruñón, un aguafiestas, podemos decir que es él.
Sin embargo Tertuliano, lejos de minimizar el papel de la mujer, hace de ella no sólo el centro sino también la fuente -para quienes están vinculados a ella: esposo e hijos- de una vida renovada, llena de gozo y de luz."
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