T.IX: Cabalgando a veces sobre alas de acontecimientos seculares, e otras bajo el impulso del Espíritu, el Cristianismo fue alcanzando regiones ajenas a la fe, naciones ignorantes de la existencia del Dios de la historia. Aunque en no pocas ocasiones la fe cristiana tuvo que luchar -y a veces caer derrotada temporalmente- contra los interese mercantilistas de explotadores inescrupulosos, al fin la luz se fue abriendo camino entre las tinieblas, conquistando nuevos y más lejanos horizontes.
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