Mis primeras palabras serán de sincera, auténtica gratitud, por el honor de ser el conferenciante Carnahan de este año. El tema general de estas conferencias es "Las Herramientas del Reino". Permitidme presentar este tema, las herramientas del Reino, por medio de una anécdota. Hace algunos años fui con mi familia a visitar el tempo del Diente, en Candy, Ceylán. Se llama el templo del Diente porque en ese templo hay un pedacito de diente de Buda. Es el templo budista más famoso de Ceylán. Mientras visitábamos el templo vimos muchas personas que entraban llevando flores y adoraban delante de la imagen del Buda. Mi hijo, que entonces tenía unos once años, cuando terminamos la visita y volvimos a casa, me preguntó: "Cuando murió Buda y se presentó delante de Jesús, ¿qué hizo Jesús?". Cómo ustedes saben, Buda vivió como quinientos años antes de Cristo. Pero la pregunta que hizo mi hijo era una pregunta verdaderamente legítima. No hay ningún otro ante quien comparecer, excepto Jesucristo. Él es el juez de todos los hombres: nos guste o no, lo creamos o no, Jesús es el juez de todos los hombres.
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