Estamos en el inicio de una nueva era que representa un enorme desafío para todos los operadores jurídicos. Es indispensable que los espíritus se serenen y se orienten a un análisis detenido y profundo del nuevo código, que permita potenciar sus virtudes (que son muchas) y paliar sus defectos (que también existen y son inevitables en toda obra humana). Que doctrina y jurisprudencia modulen su letra y espíritu poniendo en evidencia una vez mas que el Derecho es una obra colectiva, dinámica y siempre inacabada. O, mejor aún, una coproducción en la que intervienen siempre distintos protagonistas, cada uno de los cuales aporta lo suyo para el resultado final.
Ése es el espíritu que anima a esta obra, que plasma nuestras primera visión del Derecho de las Obligaciones en el nuevo código.
U14957