Argentina cuenta con una larga tradición ganadera, siendo la producción ovina una de las actividades destacadas, contando con aproximadamente 70-80 mil productores que tiene entre 14-15 millones de ovinos, de los cuales el 85 % de ellos tienen menos de 100 animales en sistemas de producción mixtos o de pequeñas agricultura familiar.
La ganadería ovina argentina es de doble propósito: produce carne y lana, lo cual permite un amplio desarrollo en toda la extensión de territorio con el que cuenta nuestro país.
Ahora bien, hasta el momento la producción de llamas no contaba con una reconocimiento legal a nivel nacional, siendo la misma una ganadería autóctona que se adapta a condiciones ambientales extremas. La misma tiene ventajas de viabilidad con respecto a otras ganaderías en áreas en las que ciertas actividades pecuarias serian dificultosas. Por esta razón es que la región argentina donde se concentra el mayor inventario es la Puna. Aunque menos del 10 % de dichas unidades tenga un carácter empresarial y que sus productos aún no gocen de una presencia significativa en el mercado formal, la ganadería de llamas cumple, desde hace mucho tiempo, un papel importante para las poblaciones locales y, actualmente, también constituye un potencial que ha comenzado a tenerse en cuenta.
En enero de 2016 se publico la Ley 270230 de reforma de la Ley 25.422 referida al régimen para la recuperación de la ganadería ovina. La misma incorpora en la modificación del artículo primero a la producción de llamas.
Este avance en la legislación otorga al productor reconocimiento de su actividad a nivel nacional, seguridad jurídica y apoyo económico para el desarrollo y crecimiento de la misma.
U14878 - U14879