Pueblo, Comunidad, Evangelio: tres palabras preciosas, llenas de experiencias y de esperanza, para las mayorías pobres de esta América morena. Tres palabras amenazadas de exclusión o manipulación, por minorías dominantes en la sociedad y las iglesias.
Tres palabras en este orden: Pueblo, Comunidad, Evangelio. No como el único orden posible y necesario, sino como el más urgente de rescatar en el tiempo que vivimos. No el orden que parte de doctrinas y leyes abstractas de iglesias bien instaladas, para recuperar a los pobres en sus filas. Sino el que parte de la vida, pasión y esperanza de los mismos pobres, porque aquí sopla libremente el Espíritu: el único que puede renovar la faz de la tierra, incluida la indispensable vitalidad de las iglesias cristianas.
Esta es la lógica profunda, éste es el horizonte, con que he pretendido redactar - entre el 91 y el 93, los años de los 500 y de Santo Domingo - estos nuevos "Escritos Eclesiológicos".
U14812