Alguien ha llamado al Concilio "La Revolución Pacífica de la Iglesia Católica". Este libro no pretende probar la exactitud teológica de la frase. Pero lo cierto es que nosotros - los laicos católicos, la masa de la Iglesia - sentimos oscuramente que el Concilio está operando algo comparable a una revolución pacífica, y que esa revolución nos concierne muy de cerca. Y como amamos a la Iglesia, como nos sentimos envueltos en ese gran movimiento de renovación cristiana, tenemos hambre de saber lo que pasa en el Concilio.
Desgraciadamente, las dos principales fuentes de información sobre el Concilio son, o bien los artículos periodísticos, o bien los libros demasiado eruditos. Ahora bien, los artículos periodísticos, sólo nos revelan aspectos dispersos del Concilio. Y con mucha frecuencia se trata únicamente de los aspectos sensacionales - que rara vez coinciden con las realidades profundas -, e interpretados en una forma que tiende a sacarnos de quicio y a desquiciar nuestra idea del Concilio. En cuanto a los libros eruditos..., se quedan para los eruditos. La mayoría de nosotros no tiene tiempo, ni preparación, ni paciencia suficiente para leerlos.
¿Es posible hablar del Concilio sin olvidar lo principal, sin abultar desmensuradamente lo secundario, y sin aburrir? Yo soñé en un obispo, llamado Juan, que lo creía posible. Y para probar que tenía razón fue escribiendo una serie de cartas a los miembros de su diócesis - "sus hijos", como él decía -. a medida se iban desarrollando los acontecimiento en el Concilio.
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