El desenvolvimiento real de la Iglesia en la Cuba revolucionaria es poco conocido en el exterior.
Agencias informativas, hostiles a la Revolución Cubana, se han desdichado, durante años, a difundir una imagen distorsionada de la vida de la iglesia y los creyentes, apelando a la desinformación deliberada o destacando algunas secuelas que dejaron los enfrentamientos iniciales entre el pueblo revolucionario y aquellos que escudados en la religión desplegaron una actividad contrarrevolucionaria, con el objetivo de hacer creer a la opinión mundial que en Cuba se reprimen las libertades ciudadanas.
Personas inconformes con esa propaganda han escrito a los órganos de prensa cubanos pidiendo datos y fotografías, ya que "... algunos piensan que no hay iglesias en Cuba y que si alguien quiere practicar su religión tiene que ocultarse de hacerlo".
Numerosos visitantes imaginan con cierto escepticismo las perspectivas de un individuo que profese determinado credo en un país como Cuba, enfrascado en la construcción del socialismo.
Nada más esclarecedor para los huéspedes que relacionarse con cristianos cubanos, visitar templos, intercambiar impresiones con el pueblo por las calles, o participar en actividades religiosas insertadas en el quehacer cotidiano.
U14492