Los obispos, a quienes el Espíritu Santo ha puesto para guiar al Pueblo de Dios, nos hemos esforzado de múltiples maneras por hacer que se escuche nuestra voz pidiendo justicia, respeto por la persona y un mínimo de reflexión sensata en quienes fomentan, mantienen y financian estas luchas fratricidas.
Hoy todos los obispos del Istmo centroamericano unimos nuestras voces clamando la paz para nuestros pueblos. Esperamos que nuestro grito llegue a todos los ámbitos del mundo para que juntos luchemos por construir la paz a base de justicia, solidaridad y fraternidad, teniendo como fundamento a quien es Príncipe de la Paz, Cristo Jesús.
U14407