A través de estas páginas descubriremos al pastor que interpelado por la realidad de la injusticia e iluminado por el Espíritu, opta sin vacilaciones por la defensa de los más pequeños y desprotegidos.
Don Jaime hizo opciones valientes en contextos difíciles, como fueron estos treinta años de historia argentina. Opciones a veces incomprendidas por aquellos que no supieron - o no quisieron - mirar el sufrimiento de los hermanos, conmoverse ante la muerte - a veces lenta, a veces violenta - a que fueron sometidos amplios sectores de nuestro pueblo. Pero también opciones que le valieron el respeto, el cariño y la admiración de muchos otros que se sintieron acompañados, comprendidos y amados por este "curita porteño" que voluntariamente abandonó comodidades y privilegios entendiendo que esa era la única manera de ser fiel al Evangelio y a su compromiso sacerdotal y episcopal.
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