Hoy, como ayer, la vida religiosa es el anuncio gozoso del Reino, un testimonio explícito de la vida nueva en el Espíritu, un grito profético de la resurrección de Jesús.
Resuena en estas páginas, con su primigenia espontaneidad e inmediatez, la invitación paterna del cardenal Pironio dirigida particularmente a los religiosos; es necesario que la renovación de la vida religiosa se lleve a cabo a través de un proceso auténtico de conversión interior que conduzca a crear comunidades pobres, orantes, fraternas y misioneras.
Que la experiencia profunda de Dios, el ansia de servir a los hermanos se manifiesten en la sencillez y en la alegría de la existencia de cada día.
U14296