Los pobres son un lugar central de la teología. En el encuentro con ellos consiste la fe en Dios y en Cristo, y es en ellos en los que esta fe tiene que poder fundamentarse y defenderse.
Este libro se encuentra en el contexto de los problemas debatidos en la teología, sobre la base del Concilio Vaticano II y en América Latina. Desde esta perspectiva, los pobres son, para las enseñanzas de la iglesia y la proclamación de su evangelio, el grupo humano paradigmático dentro de la humanidad entera. La fe en Dios y en Cristo no se hace inteligible, no se comprende ni puede ser transmitida, si se los ignora y no se tiene una especial consideración por sus problemas.
Entre los pobres, se cuentan niños, jóvenes, mujeres, minorías y extranjeros. Una opción por ellos se encuentra en la base de cualquier confrontación con los problemas de la civilización del mundo moderno. Estos problemas se refieren a la misma condición del ser humano, a su realización en cuanto tal, y en general, a los problemas del mundo que lo rodean.
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