Este texto es el fruto de un largo itinerario comunitario y personal. Quiere ser metodológico, pero no por eso abstracto o "imparcial". Puesto que el método del cual se trata está ordenado a un fin, que es de liberación. Es, pues, y será reconocido como subversivo.
Hace mucho tiempo que se ha admitido la imposibilidad de una distancia en relación a lo político: como toda otra disciplina, la teología no puede ser neutra; lo es tanto menos, cuanto más pretende serlo. Aquí he escogido ser partidista y lo declaro abiertamente desde un principio. La única objetividad que se pretende es la de un compromiso, la de una militancia. Tal vez esto conducirá a algunos a cerrar el libro antes de haberlo leído...
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