Si en una situación económicamente muy difícil como la que actualmente padece Argentina, y cuando a los pobres se les pide austeridad, nuestros legisladores nacionales se autoasignan "dietas" más que suculentas, se comprueba la importancia que tiene la política. Numerosos hombres de buena voluntad - y entre ellos a menudo los cristianos - se marginan de ese campo por considerarlo cosa de Satanás o algo por el estilo. Y sin embargo, la política es el ámbito más completo para desarrollar la gran tarea de promoción humana. A terminar de formar esa conciencia contribuyen libros como éste, en que un grupo de profundos pensadores reflexiona sobre cuestiones que queman y dan pautas de conducta.
Son diversos problemas y diversos enfoques, pero los cruza un espíritu común: servir a la misión de que nadie permanezca más a la defensiva, o, lo que es peor, ajeno a algo que nos urge a comprometernos. "Fe y Política", la ciudad celeste y la terrestre ya no bifurcan sus caminos sino que se encuentran. ¿Cómo, por qué y para qué? Esta obra dilucida un conjunto de interrogantes, y al hacerlo, propone otros a nuestra sagacidad de seres pensantes y obrantes.
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