Hromádka era consciente de que la así llamada sociedad cristiana pasaba por una profunda crisis. Las naciones cristianas dejaban de ser dirigentes del mundo y eran sometidas a juicio. El mundo entero pasaba por una revolución cultural y social de dimensiones sin precedente.
La vida en muchas sociedades se caracterizaba por una secularización radical. Sin embargo, Jesucristo es el "sí" de Dios al mundo secularizado y quiénes viven en él. La teología no es un asunto puramente académico sino que incluye la acción y da lugar a una práctica que influye en la reflexión teológica. La teología es un autoexamen liberador y estricto de la fe. Nace de una lucha existencial y angustiante. La verdadera teología está siempre en la frontera entre la ortodoxia y la herejía.
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