Desde la fuente inagotable de la Palabra de Dios y atento de los "signos de los tiempos", el Padre-Obispo de Viedma, Miguel A. Hesayne, nos recuerda en sus escritos que lo importante es todo el hombre y todos los hombres que necesitan de la Buena Nueva de Jesús. Es todo el hombre el que hay que salvar y liberar, todo el hombre y la comunidad de hombres que deben ir desarrollándose en los valores del Evangelio de Jesús.
En esta vivencia del Evangelio, la iglesia juega un papel insustituible porque ella ha sido convocada por el mismo Hijo de Dios, para continuar una historia de salvación y liberación en conformidad con el plan querido por Dios y los hombres.
Por lo mismo, al igual que Jesús, la iglesia tiene que vivir "encarnada" en este mundo para ocuparte de las realidades del hombre y de todos los hombres, en vistas de hacer surgir en este mundo, la presencia de Jesús Resucitado, que camina al lado nuestro, compartiendo nuestra historia humana.
U14107