En materia de Derecho de los Recursos Naturales y Protección al Medio Ambiente hay mucho por investigar todavía, ya sea por el singular desarrollo de la política y legislación ambiental, las lagunas del derecho o vacíos normativos, la diversidad, la contradicción y la dispersión de normas, siendo éstas obstáculos para una eficaz gestión ambiental. Esta falta de congruencia normativa y la deficiencia en el ejercicio del poder de policía que hace al control del Estado, favorece al latrocinio y la contaminación del ambiente como consecuencia de una explotación exhaustiva de los recursos naturales. El establecimiento de leyes de presupuestos mínimos en materia de protección ambiental, es el inicio de un proceso federal de actuaciones coordinadas entre la Nación, las Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se requieren leyes de presupuestos mínimos en materia de evaluación de impacto ambiental previo a la ejecución de obras o actividades, protección de los acuíferos subterráneos, de la flora, de la fauna, del aire, del suelo en relación a los agroquímicos, prohibición de usos de sustancias tóxicas, muy especialmente en las actividades mineras y agropecuarias, la prohibición de las explotaciones mineras a cielo abierto, entre otras.
En materia de residuos domiciliarios se deben acelerar los tiempos para la separación en origen de todos ellos, cerrando los rellenos sanitarios y los basurales clandestinos a cielo abierto. Un residuo deja de ser tal cuando pasa a ser un insumo para otro proceso productivo, a esto le llamamos reciclado. Es bueno reciclar, pero también debemos reducir y reutilizar. Reducir implica no tirar las cosas cuando todavía son útiles, así que produce menos basura y gastamos la menor cantidad posible de recursos en fabricar otros nuevos. Se requiere hacer masivo en todo el país el uso de bolsas biodegradables y la prohibición de las bolsas de polietileno y de todo tipo de plástico convencional. Debemos reducir los envoltorios, todos los productos (pilas y baterías, electrónicos, neumáticos, envases de plástico y vidrio, etc.) deberían ser retornables a su descarte, para favorecer su reciclado. De acuerdo al principio de responsabilidad extendidas al productor, o responsabilidad post consumo, correspondería a los fabricantes, importadores y responsables de la puesta en el mercado de sus productos, hacerse cargo de la gestión ambientalmente adecuada de aquellos, una vez desechados por los consumidores. Preservar el ambiente es una tarea permanente en la que deberían lograre progresos y evitar retrocesos.
U14051