Las definiciones sobre todo lo viviente, a veces definen la esencia, otras la función de las cosas.
Estas "definiciones" de Cristo sobre sí mismo, que hoy llegan a sus manos, indican también ambas direcciones y se las encuentran desperdigadas a través del evangelio.
La materialidad tan grande, conque Cristo define su esencia divina más oculta, no solo llaman la atención, porque Dios se define a sí mismo tan radicalmente por la materia, sino también por aquellas cosas materiales coinciden armoniosamente con las necesidades primarias del hombre.
Por eso "Yo soy la vida, la luz, el agua, el pan..." no tanto muestran hasta dónde Dios se hizo hombre, sino más bien hasta dónde Dios se puso al servicio del hombre, en claridad para nuestro entendimiento o en respuesta de función para nuestra necesidad existencial.
Enseñar esto es el motivo de nuestro libro.
A veces uno escribe propias experiencias de la vida, otras al escribir se descubre para sí, un mundo inexplicable de la vivencias, que después uno las vive.
Así me sucedió a mí y es mi ardiente deseo que así le suceda a Ud.
El autor.
U13893