Ut Unum Sint! La llamada a la unidad de los cristianos, que el Concilio Ecuménico Vaticano II ha renovado con vehemente anhelo, resuena con fuerza cada vez mayor en el corazón de los creyentes, especialmente al aproximarse al año 2000 que erá para ellos un Jubileo sacro, memoria de la Encarnación del Hijo de Dios, que se hizo hombre para salvar al hombre.
El valiente testimonio de tantos mártires de nuestro siglo, pertenecientes también a otras Iglesias y Comunidades eclesiales no en plena comunión con la Iglesia Católica, infunde nuevo impulso a la llamada concicliar y nos recuerda la obligación de acoger y poner en práctica su exhortación- Estos hermanos y hermanas nuestros, unidos en el ofrecimiento generoso de su vida por el Reino de Dios, son la prueba más significativa de que cada elemento de división se puede trascender y superar en la entrega total de uno mismo a la causa del Evangelio.
U13981