En nuestra Carta Pastoral de 1983 sobre "Las Opciones Pastorales de la Iglesia en Panamá" pensábamos en un único fin: "que Jesucristo sea conocido y amado por todos, y que su Evangelio sea fermento de hombres nuevos en una sociedad panameña renovada, justa y fraterna".
Con este empeño hemos venido caminando y reanimando nuestra vida misionera. En este caminar se ha reavivado el dolor por las divisiones entre cristianos y sobre todo al escuchar las quejas de muchos que se sienten confundidos por la acción de las llamadas "sectas" de gran proliferación en el último decenio en Panamá, como en América Latina.
Esta es la intención de la presente Carta Pastoral sobre los objetivos, logros y fallas del ecumenismo en Panamá. Busca señalar y esclarecer el concepto de libertad religiosa, derecho inalienable de cada ser humano; el deseo y la labor común de quienes creemos en Dios, muy concretamente la ansiada unión de los cristianos a través del movimiento ecuménico, y finalmente, cuánto impiden la comprensión religiosa entre las iglesias, la actitud y los métodos de algunas "sectas"
U13583