El agua, sustancia esencial para la vida, se encuentra distribuida en todo el planeta. Sin embargo, el agua apta para consumo humano es muy escasa y está mal distribuida a nivel global. Es muy importante su cuidado, tanto a nivel  consumo humano como su contaminación por fuentes antrópicas.

Existen diferentes cuestiones a reflexionar en este día, todas ellas vinculadas a los conceptos anteriores. Con referencia al consumo de agua per cápita debe ser reducido drásticamente. Por ejemplo, en nuestra ciudad de Rosario el consumo de agua potabilizada está en aproximadamente quinientos litros por persona/dia, muy excedido respecto a estándares internacionales. Aquí se debe mencionar que buena parte de esa cantidad no se utiliza para consumo humano, sino para actividades que podrian emplear agua no potabilizada como limpieza de veredas, vehículos, riego, etc. El costo de potabilización del agua es muy elevado, por lo que reducir su consumo trae beneficios no solo ambientales, sino económicos.

Lamentablemente es común ver cómo llegan a  cursos de agua dulce superficiales los efluentes contaminantes de industrias, actividad agrícolas, plásticos, etc. Los procesos de descontaminación de aguas son muy costosos por los procesos involucrados. Por lo tanto evitar la contaminación de las aguas es significativamente más adecuado que proceder a su descontaminación. Los lugares poblados con suficiente cantidad de agua para consumo humano son cada vez menos. Evitemos que se siga deteriorando la calidad de nuestras aguas.

Cuidemos esta vital sustancia para el desarrollo de nuestra vida y de las generaciones futuras.